Y ahora te das cuenta, de que no tienes nada claro, no sabes
exactamente qué es lo que te gusta, que te conviene, con que o quien quieres
continuar el resto de tus días. Las confusiones se meten en tu mente y no te
dejan ver la realidad. No sabes en que eres bueno, en que destacas, solo ves
errores y faltas. El apoyo de los de tu alrededor no te basta para estar bien.
Ahora es cuando te das cuenta, que si no consigues hacerte feliz a ti mismo,
nadie más querrá hacerte feliz, el problema es que ahora no sabes que te hacia reír
ayer, ni lo que te hará reír mañana…